Queríamos ofrecer a nuestros clientes un punto diferencial en cuanto a hospitalidad y confort y no se nos ocurrió nada mejor que traernos un Bristol Lodekka original de 1968 que hace 50 años recorría las bulliciosas calles de Londres.
Hoy se erige como punto de referencia desde el que se distribuyen las diferentes actividades que componen nuestra experiencia.
Entrar en el Royal Bus es viajar atrás en el tiempo, pero sólo por unos instantes. Lo hemos reformado íntegramente para ofrecer un espacio lleno de elegancia y distinción.
La parte inferior es la zona de operaciones, desde donde se gestiona la recepción e inscripciones de los participantes. Los cascos colocados en línea sobre el mostrador de madera, esperan impacientes a ser entregados a aquellos que van a experimentar la adrenalina en estado puro.
Un espacio lleno de posibilidades